José y un mes que Rindió Como un año

EL V PODER

POR RODRIGO AGUILERA MORALES



José y un mes que

Rindió Como un año



Recién cumplió un mes en funciones el Gobierno de Bahía de Banderas y el alcalde José Gómez Pérez demostró ya de lo que es capaz con voluntad y mucho esfuerzo. Su lema, Transformación, le ha venido como anillo al dedo y en tan sólo 30 días cambió por completo la percepción negativa que los pobladores de Badeba tenían por la herencia radioactiva que le dejó Rafa Cervantes.

José  le dio un giro de 180 grados al convertir en verdaderos SERVIDORES PUBLICOS a sus colaboradores, la instrucción de que los carros oficiales brinden transporte a la población es un botón de muestra. Lo es también el cómo logró, prácticamente sin recursos en la caja de su gobierno echar a andar una gran cantidad de obras de gran calado para rescatar las vialidades de Bahía de Banderas.

La receta del éxito de José es sencilla: Trabajo, trabajo y más trabajo. El alcalde de Bahía le ha dedicado todas sus horas a la administración desde antes de su toma de protesta, tocando puertas en los gobiernos amigos estatal y federal.

¿Que José es protagónico? Sin duda alguna ¿Pero qué político no lo es?

¿Que es un autopromotor descarado? Cierto, pero sabe que hay que poner el huevo y cacarearlo.

¿Que no delega? Cierto también, pero es real que en los gobiernos las cadenas de mando se rompen en los eslabones más débiles y Gómez Pérez no quiere que sus instrucciones queden sin ejecutar por quedar en manos de personal al que aún no le ha quedado claro cómo se hacen las cosas ahora en la administración pública de Bahía.

Cada munícipe al llegar a la Presidencia de su tierra imprime a su Gobierno su estilo personal, el de José es el del control total de lo que se dispone y así será tres años, así que a los que no es guste pueden ir resignándose porque con los extraordinarios resultados en tan sólo un mes de trabajo José ya dejó en claro lo que se puede esperar de su Ayuntamiento.



El PRI Decide Mañana

Alianzas y Elecciones

Los Consejos Políticos del PRI en los municipios del Distrito del que Puerto Vallarta es cabecera se reunen mañana para definir dos situaciones estratégicas importantísimas; primero si la elección o selección de candidatos a la alcaldía,regidurías y las diputaciones se decidirán por el método de votación del  Padrón de militantes o mediante una Convención de Delegados.

También definirá el PRI si promoverá las alianzas estatales en 2015. Luego de la negativa de Movimiento Ciudadano ---bajo la guía del estrella del partido Naranja, Enrique Alfaro-- a las Alianza el año entrante, el tricolor podría recoger lo que no quiso el "Pelón".

De aprobarse en puerta estarían las alianzas, si, no una, varias del PRI Jalisco con el PVEM así como con el PRD (que sin AMLO está muerto en Jalisco) y con el partido magisterial Nueva Alianza. El PRI se la voltearía a Alfaro y buscaría presentar una alianza con al menos dos partidos para participar en la contienda del año entrante.



Levantan a Regidor

de Talpa de Allende



Apenas habían terminado las exequias del ex alcalde de Cabo Corrientes Carlos Alberto Orozco Madrigal cuando se informaba de otro caso de violencia política en la región. Ahora fue un regidor de Talpa de Allende. Un municipio que se creía ---por su carácter religioso--- alejado de la inseguridad que provoca el crimen organizado. No fue así. El edil está desaparecido y se teme por su vida, se sumaría a la lista de víctimas en el último año que asciende ya a cinco. Algo debe hacerse ya que si partimos de la premisa que en política no hay casualidades, sino causalidades, y que por tanto nada ocurre por azares del destino, caso fortuito o generación espontánea, obligado es preguntar:

Hasta dónde llegara el repunte de la violencia política en el país en general, pero particularmente en el corredor Jalisco, Michoacán, Estado de México, Guerrero y Oaxaca.

La creciente espiral de violencia del crimen organizado y el narcotráfico, pero sobre todo de la mafia CNTE-EPR tiene como claro destinatario al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en Jalisco a Aristóteles Sandoval.

Porque de ninguna manera es casual ni simple coincidencia el baño de sangre en Tlatlaya, Estado de México, e Iguala, Guerrero, ni tampoco la ejecución de políticos de los diversos partidos que se han vivido en nuestro distrito.

Es el caso del diputado federal priista Gabriel Gómez Michel, en Guadalajara, Jalisco, y del secretario general del Partido Acción Nacional en Guerrero, Braulio Zaragoza Maganda, los ya mencionado de Carlos Orozco ---y su empleado--- los ediles Juan Carlos Gordían y Héctor "Altamira", el alcalde de Ayutla Manuel "El del PAN" y ahora el regidor panista de Talpa.

La Teoría de

la Conspiración



Algunos análisis dicen que sólo el crimen organizado, el narcotráfico y los grupos políticos dentro y fuera del gobierno cuentan con el suficiente poder de fuego y logística para realizar este tipo de ejecuciones.

Guardadas las debidas proporciones, el modus operandi es el mismo en las ejecuciones de referencia. Los asesinos actuaron en formación de comando a plena luz del día.

Su logística revela total impunidad para actuar sin ningún temor a ser atacados, perseguidos ni menos detenidos. Y esa seguridad sólo la garantiza la protección del poder político o fáctico.

Los hechos dejan entrever que se aplica la misma receta de la violencia política contra el gobierno de Peña Nieto como en su momento se hizo contra el régimen de Carlos Salinas de Gortari.

Además, ambas administraciones federales tienen un denominador común; los dos gobiernos se esforzaron por impulsar importantes reformas constitucionales para modernizar al país.

Sólo falta que en el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se inicie una escalada de asesinatos de políticos amigos del presidente como ocurrió en el régimen de Salinas de Gortari.

A la ejecución del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto internacional de Guadalajara siguió el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, en Lomas Taurinas, Tijuana.

A los dos homicidios anteriores se sumó el asesinato del propio ex cuñado del entonces presidente de la República, José Francisco Ruiz Massieu, en la calle Lafragua, frente al Hotel Casa Blanca.

Si bien el gobernador electo de Tamaulipas Rodolfo Torre Cantú no era en estricto sentido hombre del presidente, ya que no formaba parte del círculo rojo, su muerte no deja de llamar la atención.

Algunos observadores y analistas políticos insistimos machaconamente que los diversos “infiernitos” a lo largo y ancho del territorio nacional buscan estallar una revuelta nacional.

Es el objetivo final de Manuel Andrés López Obrador y de los ex priistas renegados como Dante Delgado, Víctor Manuel Camacho Solís, Marcelo Ebrard Casaubon, Manuel Bartlett Díaz, entre muchos otros. Apuestan a incendiar el país, a través de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) y de grupos guerrilleros como el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Los pretextos son lo de menos: rechazo a las reformas estructurales, laboral, fiscal, educativa y energética, pero en el fondo al triunfo de Enrique Peña Nieto aliados con priistas inconformes.



Esperamos que el gobierno federal actúe de inmediato no sólo para realizar un control de daños, sino para desactivar la conjura nacional como ocurrió en 68 utilizando, incluso, al Ejército.

El fantasma del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) recorre ya no sólo las sierras y cañadas de los estados del sur-sureste, sino numerosas ciudades a lo largo de la República.



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